Emociones
PEREZA
Yo,
Eugeniogordaechea… yo era demasiado vago para todo... Hasta
que...arghhh,
no alcanzo el bocata...
¿por qué me enfocáis? Que siga la
historia, ¿no?
Pariente desconocido: ¿eh...?
¿Eugenio...?
Eugenio:
(…)
Pariente
desesperado:
¡¡¡¡¡¡aaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhh!!!!!!!!!
¡¡¡¡¡¡¡Nunca
haces nada, te da igual todo y nunca haces nada!!!!!!!!
¡¡¡¡¡dimitoooooooooooooooo!!!!!!!!
Eugenio:
(…)
Y así fue como
me quedé sin familia, al parecer, lo más importante... quizá por encima de los
bocatas. Así que como me daba pereza irme a buscarle, me puse la tele. Pasaba
el tiempo y yo
seguía
viendo la tele hasta que tuve
hambre, pero no alcanzaba el bocata.
Eugenio: ¿Puede alguien pasarme el sándwich?
Viento:
...........
Eugenio:
¿Hola? ¿Hay alguien?
De repente
me caí del sofá y alcancé el bocata, pero me daba pereza volver a
tumbarme en el sofá. Así que me
quede
en el
suelo comiéndome el bocata como una rata.
Llegó un
sobre y justo cayó delante de mí. Lo abrí y leí algo terrorífico, ¡las
facturas de la
luz y del agua! No sabía que se tuviera que pagar para ponerse
como una
cuba de awita o para jugar a la tontendo switch...no la cargué por miedo a que
me quitaran 12 dólares
zimbawenses y se le acabó la batería y
también la partida que había estado jugando durante días.
- ¿no crees
que deberías hacer algo, como trabajar? ¡te vas a quedar en un
hoyo! (y estos sin historia...) -
dijo una voz en mi oído.
Resultó que
el comisario Gordo, una especie de persona chiquita que se
encarga de controlar la pereza.
Pero el
mío (porque todos tenemos uno)
había caído en el sofá. Pero tengo suerte que el comisario recapacitara y se
fuera al gimnasio *por equivocación* en un
paseo
nocturno hacia un bar de cañas y se pusiera a hacer repeticiones con
mancuernas,
me hiciera entrar en razón y ahora tengo un buen trabajo (de
basurero)
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